Introducimos en las aulas lo que los alumnos usan fuera

La editorial española de contenidos digitales académicos crece en Latinoamérica

Por L. DORRONSORO

«Desgraciadamente, ni este, ni el anterior gobierno, ni los gobiernos regionales, han hecho nada sustantivo para incrementar la adaptación de con­tenidos digitales. En España la educación no es un tema de Estado, es un tema de partido, y se demuestra en que estos son incapaces de ponerse de acuerdo en algo tan esencial».  Miguel Angel Temprano, presi­dente de Educaline, la empresa de referencia en contenidos digitales en español, habla con cansancio sobre lo que considera «falta de voluntad política» para adoptar medidas que «ya son urgentes». «Para nosotros -advierte – es la enseñanza del futuro, pero para otros muchos países es ya el presente».

Por eso, este economista y científico con experiencia en la expansion internacional de empresas, ha centrado el crecimiento de Educaline en Latinoamérica. «donde estamos teniendo una fortísima presencia», dice. «Tenemos una fábrica de contenidos en Colombia y oficinas en México y Perú. Además de presencia en Chile y Paraguay. Este año esperamos consolidar nuestra posición en México e implantarnos en Ecuador, sin perder de vis­ta Brasil e incluso el sur de Estados Unidos. El uso del español como len­gua que nos une ha posibilitado tan espectacular crecimiento», detalla.

Durante 2015 y 2016 su objetivo es continuar con el desarrollo de nuevas asignaturas. «En cada una invertimos un año. Completaremos de esta manera todo el curriculum escolar, español y latinoamericano », asegura.

Educaline se centra «en la fabrica­ ción y distribución de contenidos curriculares escolares: la verdadera nueva generación de los libros de texto tradicionales», valora. «Los sustituimos -continua- por videos, simulaciones, juegos … De esta forma, introducimos en el colegio lo que los alumnos utilizan cuando salen de el. Y el coste para los padres es de una quinta parte».

Para Temprano, este modelo educativo «traslada al maestro de una posición de mero impartidor de clases a verdadero mentor de sus alumnos. El profesor debe aprender a manejar una situación en la que el alumno es quien fija su ritmo de aprendizaje. Estos modelos no son novedosos, funcionan en países coma Finlandia o Corea del Sur». En este sentido, comenta, «en España tenemos un problema, porque nuestros maestros no están prepara­ dos para utilizar estas herramientas digitales, por lo que hay que formar­les no solo desde el punto de vista tecnológico, sino también en el uso pedagógico de estas plataformas».

Como caso de éxito cita su introducción en Perú. «Pero no el Perú de Lima, sino en el de las zonas rurales, algunas muy deprimidas. Allí se ha demostrado que tener ordenadores y ancho de banda esta muy bien, pero que no es­ tan dispuestos a esperar de brazos cruzados mientras llegan. Eso si, cuando lleguen. y lo harán en breve, volarán en todos los sentidos», concluye.